Este es el primero de una serie de pequeños artículos en los que trataremos de algunos conceptos y técnicas relevantes en nuestro Wing Chun. Desarrollaremos cómo se debe usar la técnica para brindarle al lector detalles que le posibilitarán una comprensión más profunda de en qué debería concentrarse mientras ejecuta la técnica.
En muchas escuelas de Wing Chun, el maestro usará constantemente los nombres cantoneses para cada técnica. A menudo, los estudiantes se esfuerzan por memorizar los nombres en chino al tiempo que tratan de imantenerse al día con los movimientos y no atascarse.
Esto debería dar al alumno de Wing Chun una referencia para tratar seguir fácilmente al maestro durante una clase y sentirse más cómodos mientras entrenan.
Comenzaremos con una de las mas básicas, pero no por ello menos importante: el Tan Sau. Es una de las primeras técnicas que aprendemos al comenzar nuestro aprendizaje. Recibe varias traducciones, tales como “mano plana, mano que desvia,… pero literalmente significa “mano que recibe”.
Detalles del Tan Sau
Hay 2 puntos que los principiantes solemos pasar por alto cuando ejecutamos la técnica Tan Sau de Wing Chun.
1 – No iniciar el movimiento abriendo la articulación del codo o moviendo la mano. Esto nos ha pasado a todos al principio de nuestro camino, cuando aún nos cuesta mas relajarnos y aún perduran los “vicios” posturales al tratar de realizar los movimientos.
En realidad, el movimiento debería iniciarse en el omóplato. Si alguien te agarra la muñeca, sería difícil abrir la articulación del codo o intentar mover la mano hacia adelante. Usarías la fuerza contra la fuerza. Pero podemos dejar caerl y estirar fácilmente el omóplato para iniciar el movimiento, lo que resultaria ventajoso.
2 – No simplemente empujar la mano hacia adelante, sino emplear un movimiento en espiral.
Esto resulta consistente en relación con el principio de “no usar fuerza contra fuerza”.
Uno de los muchos “secretos” que se atribuyen a Siu Nim Tao y Tan Sau se deriva de una «carga de resorte» de los huesos y el tejido conectivo de los antebrazos a través del proceso de supinación (espiral hacia afuera), pronación (espiral hacia adentro) y estiramiento.
Gracias a mi alumno Jose Juan Hernández Mancebo por su gran trabajo en la creación de este artículo.
Prueba una clase para ver como es el estilo. Más información